Piel normal y mixta
La piel normal presenta una secreción equilibrada, buena hidratación y un brillo moderado sano. Su color es uniforme, con un aspecto fresco, luminoso y poros imperceptibles a simple vista. Tiene gran resistencia al paso del tiempo, se adapta bien a diferentes factores climáticos (si no son extremados) y tiene su propia “crema natural” que le protege.
La piel mixta pude adquirise con el tiempo por el uso de cosméticos y alimentación inadecuados. La distribución de grasa y sudor no es homogénea. Con el paso del tiempo, los cuidados específicos se vuelven más importantes.
Piel seca y deshidratada
Esta piel es mate, blanca, rosada y suave cuando es joven. Con el paso del tiempo se vuelve más aspera y envejece más rápido. Broncea difícilmente y es propensa a quemaduras solares. Debido a su falta o escasez de secreción grasa tiene problemas de vascularización. Si tienes este tipo de piel, podemos ayudar a cuidarla.
Piel grasa y con impurezas
Una condición de la piel que se caracteriza por un exceso de producción de sebo, poros abiertos y/o una presencia de impurezas, como puntos negros, puntos blancos o manchas. Esta condición de la piel puede dar lugar a granos, acné y dermatitis seborreica y una apariencia con más brillo de lo normal.
Piel envejecida
La piel envejecida se caracteriza por un aumento de marcas de expresión y una coloración desigual. Una de las razones es que la piel se regenera más lentamente.
El envejecimiento prematuro es mucho más frecuente que el envejecimiento cronológico, debido a los hábitos alimenticios, el exceso de exposición solar y el uso de cosméticos inadecuados. Con el envejecimiento, la piel pierde su flexibilidad y su poder de contracción y aparecen amenudo manchas en la piel.